lunes, 25 de febrero de 2008

PEDRO GUTIÉRREZ MOYA 'NIÑO DE LA CAPEA', EX TORERO Y GANADERO


El fin de semana pasado acudió 'Niño de la Capea' a Rincón de Soto para recoger el galardón que premia la mejor ganadería de las lidiadas en las fiestas locales de agosto y que le han adjudicado tres años. Pedro llegó un día antes, lo que aprovecharon los aficionados del Club Taurino 'El Candil' para que el ex torero, hoy ganadero, les ofreciera una disertación coloquial hablando de toros.Amplió el tema con el que esto firma y que considera importante para los aficionados, con inquietudes sobre el toro bravo y su crianza, manejo y selección. Pedro Gutiérrez Moya es ganadero hace 30 años y ha logrado, desde abajo, situarse en los carteles importantes de las ferias de España. Mantiene la misma afición que cuando herró sus primeros 'churros', al término de la década de los 70, momento hasta que el que había sido figura de luces en las plazas del orbe taurino.-Es usted ganadero en ferias de renombre. ¿Con cuántas ganaderías atiende las solicitudes?-Tengo tres. Una desde 1977, a nombre de Carmen Lorenzo, mi esposa; otra que inicié en 2003, se llama 'San Pelayo' y quiero dedicarla de forma especial a corridas de rejones; y la tercera, desde 1987, a nombre de mis hijos, Pedro y Verónica. Las dos primeras están inscritas en la Asociación de Ganaderías y la tercera en la Unión de Criadores de Toros de Lidia. Tienen hierro, divisa y señal diferentes, pero todas son del encaste Murube, a través de Urquijo, y tienen ya tipo y personalidad peculiar e identificable, aunque mantengan los aspectos esenciales de su procedencia. Los taurinos ven mis toros y los diferencian de otros 'murubes'.Abriendo los sementales-¿Qué pretende conseguir cuando selecciona o fija caracteres?-Primero, trato de obtener resultados y comprobarlos en novillos, abriendo mucho los sementales. La casa se empieza por los cimientos y en festejos de escasa responsabilidad. Luego, procuro obtener ejemplares con ritmo, constancia, determinada velocidad y que obedezcan a los engaños para que haya conjunción. Busco un toro sin altibajos para que el torero no esté inquieto y tenga confianza, lo que también ayuda a los toros.-¿Hay que seleccionar igual los toros para corridas a pie que para rejones?-Entiendo que sí. Debido a la importancia actual del rejoneo y a cierta presión, en el buen sentido, que tengo de Pablo Hermoso, que solicita mis toros, he querido preparar para esos festejos una parte de mi ganadería. Pero son de los mismos orígenes que los que se lidian a pie.-Suele decirse que el torero no es bueno para criador de toros.-No estoy de acuerdo. El torero sabe mejor que nadie qué toro se necesita para triunfar. Primero, ha de ser bravo; y luego, que tenga fijeza, recorrido, humillación El toro que pueda al torero, como pudo ocurrir en los siglos XVIII y XIX, hoy no es de recibo porque la sociedad ha evolucionado y es más culta, más humana -¿Qué toro hay que buscar?-Uno con el que pueda el torero y que no sea débil para que el público no se aburra. Si es posible, buscar homogeneidad en la fijeza y bondad y que los tres toreros triunfen. Con el toro imposible la gente no sale contenta de una plaza. Con los toros que se dejan torear, teniendo también emoción, el público sale con ganas de volver. -¿Qué hace cuando comprueba un resultado desastroso?-Esta vida de ganadero es muy corta y no me como el tarro. Soy drástico. Mato a la madre o al semental según mis conclusiones y guiado por la genética. A veces me arrepiento de no tener paciencia y aguante. Como me atacan más que a otros ganaderos, lo mismo que me ocurrió siendo torero, procuro no meter la pata y corto por lo sano. Observación y memoria-¿Cuidan la alimentación de forma especial?-Yo me dejo aconsejar por nutricionistas que estudian piensos equilibrados. Es fundamental que la madre esté bien alimentada. De dos a tres años conviene que el animal se 'afine' y curta con lo natural que da el campo y ayuda justa. El exceso de comida 'embastece' a los toros. Los toros no 'empapuzados' son más astifinos, Luego, hasta que se lidia el toro, hay que ayudar y ponerlo en condiciones con ejercicio y un manejo adecuado. Un utrero tiene que parecer un toro. El toro de lidia exige al ganadero observación, memoria para comparar y relacionar comportamientos. Y eso implica afición, que es lo contrario a ser tratante.-Es inevitable hablar de la inseminación artificial y del uso de las fundas actuales para proteger los cuernos.-Ni la practico ni creo mucho en ella. Creo que trae peligro de monotonía y consanguinidad. En México vi desbaratarse por esas causas una de las ganaderías importantes de aquel país. Lo de las fundas me parece un invento extraordinario ya que los toros tienen querencia a escarbar por las moscas o a jerarquizar su terreno y las fundas evitan pérdidas económicas.

Fuente:www.elcorreodigital.com

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